Los Menairos, también
conocidos como Maneiros, Minairons o
Minaires, son unos duendes diminutos que pueden caber en un alfiletero o en una
caja de tabaco.
Estos duendes
familiares provenientes principalmente de Cataluña tienen la particularidad de
que nacen de la semilla de una planta, la “maneironera”, de la que solo se
pueden recoger durante las doce campanadas de la noche del día de San Juan.
La afición de los
Menairos es la de trabajar sin descanso y de forma rapidísima, haciendo obras
gigantescas. Estos seres familiares sirven ciegamente al dueño de la casa en
donde habitan, haciendo todo lo que este les mande. Cuando han acabado su
tarea, preguntan a su amo: “¿Qué haremos?” “¿Qué diremos?”; si después de
repetir esta frase por tres veces su dueño no les encarga otra tarea, les da conversación
o le guarda en el alfiletero, se volverían agresivos contra él, llegando a
arrancarle la piel. Como protección hacia ellos hay que mandarles hacer cosas
imposibles antes de dejarles sin trabajo alguno.
En la región de
Pallars se los considera los autores de magalitos y puentes construidos en
lugares inaccesibles.
En Cataluña
existe la expresión “Tener Menairons en el cuerpo”, que se aplica a las
personas que son muy inquietas, activas o que tienen una gran capacidad de
trabajo.
Hay una leyenda
que dice que estos Minairons acompañaban
siempre a Xollat, un patriarca del valle de Bellera, proporcionándole riquezas.
A su muerte, no pudo cedérselos a nadie, por lo que al perecer, desaparecieron
del lugar para siempre.
También existen
en la mitología popular de Andorra, donde se los denomina Manairons y aunque
similares a los catalanes, tienen la particularidad de poder adquirirse por
herencia familiar o directamente comprándolos, aunque esto último es muy raro
por los peligros que su posesión entraña.
Antes de morir,
su poseedor debe traspasarlos, bien por venta o bien por regalo, a otra
persona, pues de no hacerlo, su almo no conocerá el descanso, dado que los
Manairons se apoderaran de ella.
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