El Trasgo, Trasgu
o Trasno, es un duende muy popular de la mitología cántabra y asturiana y
gallega.
El la variante cántabra,
se caracteriza por ser de un tamaño pequeño, de piel oscura, con dos
cuernecillos en la frente y con rabo. También puede tener los ojos verdes, una
melena negra azabache y siempre se le suele encontrar riéndose.
Va vestido con
ropajes de color rojo, aunque el gorro que porta es de color blanco y suele ir
acompañado con un palo a modo de bastón, ya que es cojo de su pierna derecha,
aunque le falta una de la característica más importante de su pariente
asturiano, el llevar en la mano izquierda un agujero.
Al ser un duende
del hogar, es en las casas donde suele hacer sus fechorías, las cuales no son
dañinas, pero sí muy molestas. Así sabe imitar a la perfección los sonidos que
realizan los animales domésticos para así engañar y molestar a los habitantes
de las casas donde moran.
Pero los trasgos
no solo habitan las casas, sino que también se les pueden encontrar en los
bosques, viviendo allí en las copas de los árboles, utilizando la corteza de
los mismos para construirse ropajes que cosen con tallos de hiedras.
Si tú casa acoge
uno de estos seres, hay varios trucos para librarse de ellos, siendo los más
populares:
- · Pedirle que traiga agua del mar en una cesta de mimbre o una de tallos entrelazados, al serle imposible realizar esta petición se marchara harto después de intentarlo múltiples veces
- · Pedirle que cuente un puñado de semillas de mijo o de maíz, lo cual le resultara igual de imposible, al no poder contar más allá del número 100. Cuando llegue a ese número le tocara volver a empezar de cero y al final acabara por cansarle y se ira.
- · Pedirle que vuelva blanca una pelliza de un carnero de color negro a base de lavarla, dando como resultado lo mismo que en los casos anteriores.
Si no se realizan
cualquiera de estos casos, se corre el riesgo de tener trasgos en tu casa por
un largo periodo de tiempo, al ser estos muy persistentes.
La variante
asturiana del Trasgo, allí conocido como Trasgu, tiene una gran agujero en su
mano izquierda, el cual después se podrá utilizar como método para librarse de
el.
Viste de rojo,
como su primo cántabro, pero en este caso, su gorro es del mismo color que sus
ropajes. Es de carácter alegre y burlón y gusta de hacer pequeña fechorías en
las casas donde habita, como cambiar los objetos de lugar o directamente escondiéndolos.
Las maneras para
librarse de él son las mismas que utilizamos para el duende cántabro, pero se
le añade el mandarle coger un copín de linaza, lo cual le resulta imposible pro
el agujero de su mano.
En otros lugares
de España también se utiliza para librarse de ellos, colocar cruces alrededor
del pueblo, sobre todo en los árboles. También se suelen recitar canticos para
conjurarlos