martes, 10 de junio de 2014

UBUME (Folklore japones)



La Ubume es un yokai (seres mitológicos japoneses) que trastorna por la dramática historia que arrastra.
 
Este ser proviene de la transformación de una mujer, que murió mientras daba a luz o en cualquier parte del parto, en un yokai.  

Siempre suele aparecer representada medio desnuda (tal y como estaría en sus últimos momentos de su vida) y con el bebe ensangrentado sosteniéndolo en sus brazos. La Ubume se resiste a abandonar este mundo y vaga por él porque siente que cometió un pecado muy grande al no haber cumplido en su papel de madre.

Como fantasma suele aparecerse ante caminantes solitarios en encrucijadas o cerca de los puentes, al ser estos lugares característicos de conexión entre el mundo espiritual y el mundo real. Esta suplica a las personas que se le acercan a ella si pueden coger al bebe que porta en brazos. Si alguien lo coge, el bebe se hará mas y mas pesado, hasta el límite que uno no se puede ni mover. Además, si la persona que cogió al bebe, le mirara, vería que lo que está cogiendo ya no es un recién nacido, sino, dependiendo de cada caso, o una lapida funeraria o un madero. Tras unos breves momentos de incertidumbre y estupefacción, la Ubume reclamara de nuevo a su hijo y le dirá a la víctima del suceso: “Gracias a usted, este niño ha podido regresar al mundo” y desaparecerá dicha visión al haberse redimido de sus penas.
Para todos aquellos que mantuvieron al bebe en sus brazos sin ninguna muestra de espanto y terror, la Ubume como agradecimiento les recompensara con algún tesoro o un don, como un objeto mágico, joyas, poderes mentales, mayor vitalidad o fuerza…
El origen de esta leyenda se remonta a la época feudal japonesa, donde la continuación de la línea familiar era fundamental y se consideraba que las mujeres que morían sin tener hijos, estaban condenadas al “infierno de las mujeres estériles”, mientras las que morían estando embarazadas, su destino seria el “infierno de la charca de sangre”. Es decir, la sociedad de la época culpaba a las mujeres de los pesares que solo sufrían ellas.  Aunque la Ubume muere durante el parto, la parte inferior de su cuerpo siempre aparece ensangrentada, como si hubiera caído,  o formara parte ya del “infierno de la charca de sangre”, tal vez porque las probabilidades de supervivencia de un bebe sin su madre en esa época, eran muy bajas, por lo que no era suficiente con que el bebe naciera, sino que la madre debería sobrevivir al menos hasta después de la lactancia, si no se quería ir a parar a dicho infierno.







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