jueves, 29 de mayo de 2014

TENGU (Folklore japones)



Los Tengus son uno de los seres mitológicos más antiguos de Japón, creyéndose que habitaban el país varios milenios antes de que llegara el ser humano.
Dai-Tengu

Son unos seres que son mitad humanos y mitad ave, con aspecto de guerreros arrogantes y feroces. 

Sus elementos más característicos son su larga nariz aguileña (en muchos de los casos de color rojo) y,  que en lugar de pelo, poseen plumas que les cubren el cuello, los hombros y el dorso de los brazos. Tienen garras de águila en los pies y manos y un brillo feroz en los ojos.

Dai-Tengu
Son espadachines magistrales, con una merecida reputación de individuos vanidosos, fanfarrones, traviesos y en ocasiones, destructivos.

Dai-Tengu
Hay una serie de objetos que se les asocia, el primero de ellos es un báculo con unos anillos en su parte superior que utilizan tanto para labores de magia como para combates cuerpo a cuerpo, el siguiente seria el abanico hauchiwa que está construido a base de hojas de Araila japonés o de plumas y con el cual pueden crear grandes ráfagas y vendavales de viento y por último la Katana, o sable japonés, de ahí su fama de espadachines,

Koppa Tengu

Hay dos tipos de Tengus, el primero serían los nobles y los reyes, que suelen habitar en palacios en lo alto de las montañas y el segundo tipo correspondería a sus sirvientes y secuaces, los Koppa Tengu, que viven en los árboles, sobre todo en los pinos y cedros de Japón.

Dai-Tengu

Respecto a estas dos clases, según cuenta la tradición, todos aquellos Tengus que en su nacimiento tenga un espíritu cruel e ignorante se convertirían en Koppa Tengu y los que eran inteligentes serían los Dai-Tengu, siendo estos últimos los que más energía espiritual tenían y por tanto los más poderosos.
   
Koppa-Tengu

Los Tengu se vinculan habitualmente a la religión sintoísta, la más antigua religión japonesa y parecen ser contrarios al budismo, pues disfrutan destrozando templos budistas. También se les asocia como los fundadores de la esgrima  y del Jujitsu, reivindicándose por tanto un origen divino a las artes marciales.







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